Leo consternado en ElPeriódico.com que el gran Georgie Dann ha tenido que hacer sus maletas este verano y poner rumbo al Caribe porque en España, con la crisis, no le salen galas. Si las estadísticas del INEN , los 642 puntos de la maldita prima de riesgo o las peticiones de ayuda financiera de varias comunidades autonómicas no son suficientemente convincentes, la decisión de Georgie Dann es irrefutable: este país no tiene arreglo.
Pero no seamos pesimistas. Si el músico, compositor y empresario francés afincado en nuestro país, hace más de 40 años, ha sobrevivido tanto tiempo con la canción del verano y unos cuantos anuncios publicitarios (alguno con reconocimiento internacional, que conste), aún queda un atisbo de esperanza.
En los años 70 y 80 no hubo gala televisiva ni verbena popular que se preciara en la que no estuviera presente la música del artista. Recuerdan ? : «La barbacoa«; » El negro no puede«; «Bailemos el Bimbó», » El chiringuito» y varias decenas más. La intelectualidad ponía el grito en el cielo y le tildaba de hortera, pero a la menor ocasión movían el esqueleto disimuladamente con sus ritmos pegadizos.
George Dann grabó primer disco en 1967 y su último este mismo año, bajo el profético título de » A viajar, a viajar». Alguien con el colmillo torcido lo pondría como banda sonora ideal para los más de 40.000 españoles que en lo que va de año han tenido que emigrar para buscar trabajo. Igual que el cantante.
Quienes opinan que la música de Georgie Dann es populachera, tiene razón, pero el artista también tiene un corazoncito rebelde. A mi la de «el chiringuito» me hace pensar en cajas de ahorro y corrupción generalizada y no me digan que el título de esta canción, «mecagüentó» no refleja el sentir popular de lo que piensan la inmensa mayoría de los mortales que habitamos este país y que sufrimos dia tras dia la crisis y a sus autores. Pues eso.
Ánimo Georgie, ¡Te necesitamos en España!