El presidente del gobierno Mariano Rajoy pronunció un discurso ante la Asamblea de la ONU y la foto recuerda al congreso de los diputados cuando la oposición sube al escaño para ejercer como tal, resultado : menos oyentes que en una radio para sordomudos ( con perdón). Es la imagen de lo que ocurre en España, ausencia de diálogo- no digamos ya acuerdos- entre una clase política cada vez mas cuestionada que dice estar muy sensibilizada con las penurias del personal pero cuyas estrategias y movimientos siguen en clave exclusivamente de política partidista.
No hay mejor ejemplo que la propuesta independentista de Artur Mas, que no es sino una huída hacia no se sabe donde, agobiado por un entorno donde los nubarrones de la crisis y el paro son los mimbres con los que articular una propuesta de gobierno. ¡Vaya paisaje tras ocho años en el banquillo!. Artur Mas, no se por qué , me recuerda a un vendedor de la sección de maletas de unos grandes almacenes, mas que a un líder carismático que sabe a donde va. Espero impaciente conocer el diseño de país que propone, con cifras, presupuestos, leyes y todo lo demás.
Con todo,si quiere llevar su iniciativa por las buenas la lleva clara, con un gobierno del PP enfrente, el PSOE hablando de federealismo para salir del órdago y el resto del personal ( y eso juega a su favor) hasta los collons del contencioso Madrid- Cataluña.
Como todavía me duelen las imagenes de los porrazos que se llevaron unos cuantos manifestantes del 25M me limitaré a decir que le protesta sirvió para demostrar el cabreo de muchos miles de ciudadanos, pero para nada más. Bueno, sí, que la policia no es tonta (aunque a veces lo parezca) ya que había preparado un dispositivo de cuidado ante el anuncio de la toma del Congreso (avisar de las intenciones con tanta antelación tiene esos inconvenientes), que incluía arrestos de sus propios infiltrados, cargas en la estación de Atocha y otras lindezas. Y que los pacificos manifestantes tambien repartieron estopa a la policia, lanzaron piedras, vallas y lo que tenían más a mano. Lo sufiente para acabar en las portadas de New York Times, Le Monde y The Guardian. Marca España pura y dura, vamos.
Seguimos huérfanos en nuestra lucha contra la quiebra económica y nuestras propias miserias y añoramos que a nuestros legítimos representantes en el Congreso, se le ilumine la bombilla y cambien el paso porque pintan bastos y no es tiempo de jugar al mus sin cartas y echando faroles.
Caben otras opciones , hacer como los diputados de IU que estaban un rato en el Congreso y otro en la manifestación, digno de un sckech de los hermanos Marx, o creernos que los concentrados iban a asaltar la Cámara Baja, como decían en el PP, pero no cuela.
Cuando la mayoría silenciosa se harte por sentirse sola y ninguneada, entonces puede que las manifestaciones hagan recular al gobinero en sus decisiones, tal y como ha ocurrido en Portugal con la nueva subida de impuestos. Estamos cada vez más cerca. Al tiempo.
Como parece que nos encontramos en un círculo vicioso, les dejo esta versión de la gran Mavis Staples y del clásico «Will the circle be unbroken«, a ver si cunde el ejemplo.