Después de ver el sainete montado en el ayuntamiento de Ponferrada ( León) con el nuevo alcalde del PSOE que deja el partido tras ser apoyado por un ex concejal del PP condenado por acoso sexual ( joder, esto no lo supera ni Almodóvar ) a uno se le queda el cuerpo tronchado. Esto es lo que hay, política de altura en hora bajas o ¿ al revés?. Es un reflejo, otro más, de un país camino del abismo, o mejor que camina en el abismo. Cada vez que alguien de la clase política de este país abre la boca, es como para echarse a temblar.
Es difícil hacerlo peor que el PP en el » caso Bárcenas«, incluso son mayoría los simpatizantes del propio partido los convencidos de que el ex tesorero chantajea a sus antiguos compañeros con sus manejos contables y las mentes pensante populares lo resuelven con querellas contra uno de los medios de comunicación que denunciaron el caso. Eso por no hablar de la incontinencia verbal del Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sobre el riesgo de que las parejas homosexuales acaben con la presencia humana sobre la faz de la tierra o la querencia del Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para amenazar a todo lo que se mueve y critica al partido gracias a la información privilegiada que maneja con descaro desde su departamento sobre las deudas con el fisco de tirios y troyanos. Consejos vendo, que para mi no tengo, que dice el refranero.
Los del PSOE continúan para bingo; en UPyD se callan como muertos ante las salidas descerebradas de Toni Cantó sobre las denuncias de violencia machista, mientras los de IU lloran por la muerte de Hugo Chávez y los partidos periféricos a su bola. Y estos son los que tienen que gestionar la ciénaga en la que estamos metidos. ¡Vamos bien!
La única noticia que me impresionó estos últimos días es la muerte de un tripulante del ferry que cubre la línea entre Tánger y Tarifa y que falleció al tratar de ayudar a los naúfragos de una patera en aguas el Estrecho. Una pocas y breves noticias de agencia y una foto de su viuda y dos pequeños hijos son lo que quedan reflejados de un acto heróico, que en estos tiempos de misera moral es un salvavidas aunque con con final trágico.
Mientras deambulamos como zombis a la espera imposible de un atisbo de solución y con las meninges encogidas en lugar de luchar por lo esencial, nos deslumbramos por el brillo del oro. Causa cierta perplejidad abonada por la superchería del correr de los rumores, que cientos de canarios acudan a los cajeros de una conocida entidad de ahorro para sacar dinero porque se rumorea que no contabiliza las operaciones . ¡Por favor!, el dinero de las cajas de ahorro, la pasta, ya se la llevaron en crudo sus antiguos responsables. No hay más que ver, por ejemplo, las estupendas dietas que cobraban en Caja Navarra la señora Yolanda Barcina y el señor Miguel Sanz, presidenta y ex presidente respectivamente de la Comunidad Foral de Navarra. Ahora las cajas controlan hasta el último céntimo y si sobra alguno los humildes ahorrradores ni los huelen.
Otra horterada digna de estos tiempos es la joya de un orfebre japonés quien no ha tenido mejor idea que esculpir en oro macizo el pie izquierdo de Leo Messi y ponerlo a la venta por cuatro millones de euros.Eso sí, por una buena causa: los afectados por el terremoto que destrozó la central nuclear de Fukushima. A buen seguro que la comprará un jeque de Arabia Saudita, mientras se distrae con la ejecución y crucifixión de unos jóvenes ladrones( menores cuando cometieron los delitos) prevista para uno de estos dias.
Y en esas estamos, mientras en España las cifras del paro baten records ( en los próximos días se juegan su futuro 3.147 trabajadores de Iberia), futbolistas multimillonarios se pasan por el arco del triunfo el código de circulación y una veintena de padres permiten que sus hijas adolescentes acampen a la intemperie en Madrid a cuatro días del concierto de un imberbe ídolo juvenil.
¿De verdad que tenemos solución?