Resultaba sospechoso que Alexis Ravelo se dejara llevar por la ola de la novela negra que sin embargo, tantas satisfacciones y reconocimientos le han procurado en los últimos tiempos. Por eso, la publicación de La otra vida de Ned Blackbird supondrá para muchos de sus seguidores una sorpresa, grata sorpresa, al descubrir que Ravelo maneja otros registros bien distintos con la solvencia de quien ha escrito, leído y vivido mucho.
Lo cierto es que el propio autor ha comentado que la novela la tenía escrita desde hace tiempo, pero la dejó reposar ante el éxito de Las flores no sangran y La estrategia del pekinés; y seguro que el reposo y las continuas correcciones han dejado a la breve novela (apenas 180 páginas) pulida como una piedra preciosa.
La otra vida de Ned Blackbird desvela un episodio fundamental en la vida del profesor universitario Carlos Ascanio, que llega la ciudad de Los Álamos para una breve estancia. En el piso que alquila se topará con la memoria –y algo más- de una maestra, Celia Andrade, que desvelará quien es en realidad Ned Blackbird y provocará un giro radical en su vida. Y hasta aquí puedo leer… sin desvelar la trama.
En la novela hay misterio, toques fantásticos que recuerdan a Borges, un puñado de protagonistas descritos con precisión por Ravelo que van hilvanando la narración sin descanso, con diálogos, cartas y reflexiones del sorprendido protagonista que le conducen a un final inesperado.
El texto de Alexis Ravelo es un homenaje a los escritores de las novelas de a duro, los míticos Lafuente Estefanía o Silver Kane (Francisco González Ledesma) ocultos bajo seudónimos y que tanto aportaron a la cultura popular de este país. Tampoco pasará desapercibido para el lector que las breves referencias sobre cine, música, pintura o literatura universal de la novela son también una muestra de admiración y el paisaje cultural apreciado por el escritor.
Ravelo dijo hace poco que sufre cuando escribe, y ha debido sufrir mucho para regalarnos esta novela, con una edición y portada fantásticas por gentileza de la editorial Siruela Ahora sabemos que los espejos no tiene memoria y de La otra vida literaria de Alexis Ravelo.