Testimony, autobiografía de Robbie Robertson

Las autobiografías suelen ser tramposas y Robbie Robertson extraordinario  guitarrista  y excelente compositor ha dejado en Testimony su particular y respetable visión de muchos años de carrera musical en compañía de un grupo de músicos excepcionales, como Ronnie Hawkins, Bob Dylan y sobre todo con Levon Helm, Rick Danko, Garth Hudson y Richard Manuel, o lo que es lo mismo The Band.

En cualquier caso la autobiografía de Robbie Robertson (Toronto, Canadá,1943) resulta muy interesante. Cuenta los inicios de este gran artista, hijo de judío e india americana, en la escena musical con apenas 16 años, su incorporación como guitarrista en la banda de Ronnie Hawkins en compañía de sus amigo del alma Levon Helm, sus extenuantes giras por  la Norteamérica profunda en garitos y bares cuya reputación no hubiera soportado una crítica loable de Trip Advisor de haber existido entonces.  Sin duda fueron años duros de aprendizaje sobrellevados por la juventud y ganas de vivir como músico profesional.

Testimony recoge anécdotas jugosas de la vida en carretera y también de la personal de Robertson y del hito que supuso su encuentro con Bob Dylan a mediados de los 60 y su participación en la grabación del mítico álbum Blonde on Blonde y en la gira que recorrió el bardo de Minnesota por medio mundo, y en la que el público rechazó concierto tras concierto el hecho de que Dylan electrificara su cancionero. Había que tener arrestos para aguantar aquello y Robertson junto a varios colegas que acompañaron a Dylan y luego formaron The Band los tuvieron.

El nacimiento de The Band, la grabación de su primer disco y su participación en grandes eventos como los conciertos de Woodstock, o la Isla de White son también parte del camino  que recorre la autobiografía. Sin duda que algunas de las partes más interesantes del libro son las aventuras con el grupo que consiguió fama y gran crédito entre en el propio estamento musical porque nunca obtuvieron gran predicamento en las listas de éxito.

Robertson desgrana las grabaciones de los discos, las giras, algunos aspectos de su vida personal y no excluye su relación con las drogas ni la de sus compañeros Manuel, Helm y Danko. Ofrece un relato sobre el cansancio que llevó a disolver el grupo en 1976 con una gran concierto en el Winterland de San Francisco, El Último Vals , que el director Martin Scorsese rodó para la posteridad.

Robertson acaba su autobiografía con ese evento, pero no aclara porqué su otrora amigo íntimo Levon Helm le acusó de acaparar injustamente la autoría de las canciones (y los royalties), ni tampoco porqué no asistió al funeral de Richard Manuel en 1986, aunque luego le dedicó una canción en su primer disco en solitario.

A pesar de los asuntos pendientes,  Testimony es  un relato muy ameno, una buena muestra de la vida y milagros de uno de los músicos más relevantes de las décadas de los 60 y 70, capitaneando un grupo que dejó para la posteridad canciones como The Weight, The Night They Drove Old Dixie Down, Up On Cripple Creek, Ophelia, Acadian Driftwood y Life is a Carnival que no es moco de pavo.

Aquí una muestra del talento de The Band.

 

 

 

 

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