Inspira…espira…inspira…espira. Conviene estar en buena forma física para leer esta novela de Arantxa Rufo y si el lector no lo está, el relato le pondrá a tono porque es trepidante. En el punto de mira cuenta la historia de Kathleen Addams una asesina a sueldo cuyo campo de acción se sitúa en Londres y alrededores y que cumple su trabajo con eficacia letal. Frente a ella el inspector de Scotland Yard, Daniel Ryman, encargado de atrapar a la asesina y como tercer personaje principal Jason, socio de Kathleen, hacker y encargado de facilitar a la asesina su trabajo como experto informático.
La protagonista a quien la policía apoda El Fantasma por su habilidad para no dejar rastro alguno, ejerce su mortal trabajo desde hace años como francotiradora, y es el asesinato de un multimillonario, de los que tanto abundan en la City, el culpable de que tenga que zafarse de las investigaciones del inspector de policía.
Si no conocen Londres o hace tiempo que no han estado por allí, no se preocupen porque Arantxa Rufo nos sitúa en la capital británica con una maravillosa descripción de lugares, bares y sitios reconocibles. Pero, claro está, eso no es lo mejor de la novela de claro tinte policíaco, con gotas de noir. Lo más destacable es su impresionante ritmo, la definición de los personajes – todos- y la trama que deja al lector casi sin aliento. En el punto de mira se disfruta con la pulsión de una narración ágil, sin florituras pero con una trama que incita a pasar sus páginas en una lectura devoradora, buscando la resolución de una historia que no defrauda. Tiene de maravillosamente perverso el relato que acabas simpatizando con la asesina, el policía, el hacker y odiando a las víctimas, pero esto es literatura, que le vamos a hacer.
Un dato que si bien no añade mejora a la novela sí lo hace con su autora: Arantxa Rufo autopublicó su novela lo cual tiene, al menos para mi, un mérito añadido. Ahora esta corrigiendo su segunda novela y confiamos en que nos deleite tanto, al menos, como en su debut. Gracias y suerte.
PD: Para los vagos, la novela también sienta estupendamente si se lee acompañada por una buena cerveza inglesa mientras suenan de fondo Oasis, The Kinks, o similares.